El alza de las tarifas eléctricas es un tema que nos ha invitado a reflexionar sobre la importancia de contar con tecnologías eficientes en el consumo de energía.
Por un lado, es evidente la necesidad de toda economía – ya sea empresarial o doméstica- de tener un gasto en energía lo más acotado posible dentro del presupuesto. Un alza de precios afectará siempre a esa contabilidad, pero en menor medida si los dispositivos que utilizamos son amigables en cuanto al consumo eléctrico.
Por otro lado, el consumo de energía siempre implica el uso de recursos naturales, derivados en su mayoría de combustibles fósiles, que son limitados en nuestro planeta y cuya extracción supone, además, un elevado costo no sólo económico, sino también, ambiental.
Sin dejar de lado el hecho de que cada usuario tiene la responsabilidad de hacer un uso racional de la electricidad, el mayor peso recae sobre nosotros como industria tecnológica: debemos desarrollar dispositivos que cumplan sus funciones y sean, al mismo tiempo, energéticamente eficientes.
Hoy, por ejemplo, hemos logrado reducir el consumo eléctrico de nuestras impresoras corporativas gracias a nuestra tecnología de inyección de tinta sin calor, llegando a utilizar en algunos modelos hasta un 90% menos versus una impresora láser de similares características, como es el caso del modelo WF C5790. O lo que es lo mismo utilizan ⅓ de la energía usada para iluminar una ampolleta de 70W convencional.
De esta manera, hemos trabajado mucho para aumentar la eficiencia energética en las oficinas a través de productos eficientes en el consumo eléctrico que contribuyan a garantizar modalidades de consumo y producción respetuosos con el medioambiente, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.













